ESPÍRITUS Y RELIGIÓN
Los Espíritus
La ciencia no admite su existencia por la sencilla razón de que no puede medirlos, pesarlos o tan siquiera fotografiarlos. Pero su existencia en forma de Ángeles, Demonios, Apariciones Marianas o, sencillamente, como fantasmas está suficientemente documentada como para que las consecuencias de las mismas sean totalmente medibles aunque las apariciones hayan sido pura fantasía. Nadie se imagina al pueblo judío vagando por el desierto durante cuarenta años o a Saulo de Tarso convertirse en Apóstol de Jesucristo si no es como consecuencia de una de estas apariciones.
La descripción completa de los espíritus, tanto física como religiosamente hablando, podemos consultarla en el libro titulado "El Libro de los Espíritus". Aunque filósofos tan notables como San Agustín defienden que el hombre se compone de cuerpo y alma, no faltan doctrinas que añaden un tercer elemento: el espíritu. Según estas doctrinas el espíritu tiene tres funciones primarias: 'Conciencia', 'intuición' y 'comunión'. Que están definidas como:
"La conciencia es el órgano que discierne y distingue entre lo bueno y lo malo".
La Intuición es el órgano de sensación del espíritu humano".
La Comunión es adoración a Dios.
La conexión humana con el mundo de los espíritus se produce a través de la glándula pineal que tenemos en el centro del cerebro. Ésto es algo que ya se venía defendiendo en la antigüedad cuando se la denominaba "el tercer ojo" o "el ojo de Horus". Ahora se ha confirmado su relación con la producción de Dimetiltriptamina (o DMT) que es un potente alucinógeno que se relaciona con los espíritus. Un buen estudio del mundo chamánico lo encontramos en la obra El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis
Como quiera que nuestra relación con los Espíritus, real o imaginada, se produce a través de un órgano presente en todos los animales, es comprensible que la misma sea tan antigua como la propia existencia del ser humano y se vería materializada en la forma de rituales destinados al enterramiento de sus muertos y a la conexión con los espíritus de los animales que pretendían cazar. Como intermediario surge el chamán, persona con niveles anormalmente altos de DMT en los momentos de trance bien sea por causas naturales o por ingestión de alucinógenos. De esta forma cada tribu ofrece sacrificios a un Espíritu determinado que puede ser el de un antepasado para que interceda en su favor o aquel que hayan identificado como causante de sus desgracias y al que hay que aplacar. Su éxito en la defensa de su territorio o en la conquista de otro nuevo siempre habrá sido porque el Espíritu les orientó correctamente y les apoyó con energía.
El chamanismo y la comunicación con los Espíritus es muy anterior a la aparición de las religiones, vinculadas en sus inicios a la Diosa Tierra y a la práctica de la agricultura. Tenemos buena prueba de su práctica por los banquetes rituales y las pinturas rupestres, pero es especialmente significativo en los yacimientos de Göbekli Tepe y Nevali Çori dado que se trata de templos en piedra datados en hace 11.500 años, dos mil antes del descubrimiento de la agricultura y cuando aún la sociedad humana no era sedentaria y se componía de cazadores-recolectores.
La glándula pineal es muy sensible a las radiaciones electromagnéticas y, debidamente estimulada, permite a quienes tienen esa sensibilidad traer al mundo consciente los mensajes emitidos por los Espíritus desde su mundo espiritual. Parece que existen al menos dos tipos de Espíritus concebidos como Ángeles y Demonios, ya que los mensajes de los primeros son de carácter ético y moral mientras que los segundos no dudan en exigir sacrificios cruentos, que pueden llegar a ser humanos, en muestra de adoración.
Los Espíritus siguen en contacto con los humanos y tenemos fiel constancia de ello en las apariciones marianas de Fátima, Lourdes, El Escorial o El Palmar de Troya; los demonios que atormentaron a Buda, el espíritu que se manifestó a José Smith o la intercesión del Espíritu Santo en la elección de un nuevo Papa. Obviamente todas estas intervenciones espirituales se manifiestan en el idioma comúnmente utilizado por el que las experimenta dado que, como hemos visto, la conexión es de índole telepática y a través de la glándula pineal.
P.S. Recibo una atenta llamada de mi primo en la que me hace notar ciertas discrepancias en mi post sobre el fin de los tiempos y que paso a detallar: en primer lugar la "Biblia de Jerusalén" establece en su cronología que el Eclesiastés está datado en el año 250 A.C. y el Libro de Joel en el 350 A.C. en vez del 930 y 800 que menciono en el post. Solo añadir que mis datos los he recabado de la Wikipedia.
En segundo lugar el Libro de Isaias está escrito por dos personas distintas siendo el versículo 40:3 que yo menciono perteneciente al segundo Isaias y el resto al primero.
Finalmente la palabra Deuteronomio que, efectivamente, significa "Segunda Ley" sería mejor considerarla como "Recapitulación de la Ley".
Quede constancia.