domingo, 10 de agosto de 2014

ESPIRITUS Y RELIGION - Moisés

Espíritus y Religion

ESPÍRITUS Y RELIGION

Moisés



Profetizar es "hablar en nombre de alguien". Los profetas bíblicos (nabí) hablaban no solo del futuro sino de Dios y en nombre de Dios. Su misión principal es proclamar la palabra de Dios y los intereses del pueblo.

Sin lugar a dudas el principal profeta que ha existido es Moisés, al que Sigmund Freud identificó con el Faraón Akenatón. A Moisés se le atribuye la autoría del Pentateuco al que los judíos denominan "La Ley". Es una expresión apropiada dado que su principal mensaje es el de la existencia de un solo pueblo, un solo Dios, un solo ritual y una sola ley, la organización del pueblo judío y su historia desde la creación del mundo.

El siguiente en importancia es Elías, que obró prodigios en defensa de la Ley y del Dios de Moisés, del que revivió sus experiencias en el Monte Sinaí con su propia entrevista con Dios, y cuya existencia nos es conocida por el Libro Primero de Reyes. Tanto los cristianos, que por medio de el Evangelista Mateo (Mateo 17:3) equiparan a Jesucristo precisamente con Moisés y Elías, como los musulmanes, en El Corán (Sura 2:81 o 2:87, según la versión que se consulte).

El resto de los profetas hacen profecías de futuro cuyo cumplimiento es dudoso, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, cualquiera de los tres métodos de análisis que apliquemos. Algunas Iglesias, como los Adventistas del Séptimo Día, proponen una alternativa a la interpretación literal que vendría a coincidir con la evolución histórica y traería el Juicio Final a nuestros días.

La predicción del futuro en base a informaciones recibidas de seres espirituales requiere que dicho seres hayan sido capaces de viajar al futuro y volver para contar lo que vieron. Según nuestros conocimientos científicos tal cosa resulta imposible en la actualidad y es muy dudoso que se pueda realizar en un futuro más o menos cercano. Es cierto que, según los físicos, algún desarrollo de las teorías de Einstein podría conducir a tal eventualidad mediante los llamados agujeros de gusano y que la Teoría de supercuerdas o Teoría M parece predecir la existencia de Universos paralelos entre los cuales, quizás, se podría viajar al pasado o al futuro. Stephen Hawking en su Historia del Tiempo y Paul Davies en su obra “Sobre el Tiempo”, piensan que es posible.

No obstante, Moisés no realizó ninguna predicción a futuro que hubiera de ocurrir después de su muerte, salvo la ya conocida de que el pueblo israelí ocuparía la Tierra Prometida.

El Pentateuco es un conjunto de cinco libros que desarrolla la Constitución del pueblo judío. Génesis es el primero de ellos que tiene por objeto establecer la pertenencia de las doce tribus a un mismo pueblo para lo cual refleja la genealogía de las mismas desde la creación del mundo. Según se manifiesta, la genealogía hasta las doce tribus sería la siguiente: Adán - Set - Enós - Cainán - Malaleel - Jared - Henoc - Matusalén - Lamec - Noé - Sem - Arfaxad - Sale - Heber - Faleg - Sarug - Nacor - Tare - Abraham - Isaac - Jacob y los hijos de éste con cuatro mujeres distintas que darían nombre a las doce tribus: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, Neftalí, Gad, Aser, José y Benjamín. Además se establece que Dios ha hecho un pacto con Jacob (al que renombra como Israel) por el cual sus descendientes se convertirán en su pueblo elegido y dominarán la tierra. Se ha objetado la historicidad de este libro pero tal debate carece de sentido dado que en él se trata solamente de establecer firmemente que el conjunto de semitas que abandonan Egipto bajo la guía de Moisés son un pueblo a pesar de las grandes diferencias culturales existentes entre las distintas tribus.

El segundo de los libros, Éxodo, se establece la pertenencia de Moisés a la tribu de Leví (la genealogía sería Leví - Caat - Amram, del que nacieron Aarón y Moisés) y los milagros que hubo de hacer para conseguir que el Faraón les diera permiso para salir de Egipto, lo que le permite erigirse en su líder, y las posteriores penalidades que pasaron mientras se integraban socialmente hasta constituir un solo pueblo: salieron de Egipto como doce tribus y cuarenta años después llegaron a Canaán como un solo pueblo.

El tercer libro, Levítico, detalla la organización del pueblo con el establecimiento de una dirección sacerdotal perteneciente a la tribu de Leví (como él mismo) a la que se le debe entregar por parte del pueblo de la décima parte de su producción (el diezmo) así como de los primeros productos recolectados (las primicias) y los rituales a observar tanto en la vida diaria como en la presentación de ofrendas a Dios, con el detalle de los alimentos puros e impuros. De esta forma hay una clase dominante (los levitas) y una clase dominada (el resto de tribus).

En Números establece el lugar que le corresponde a cada una de las doce tribus, nombra setenta ancianos para que dirijan al pueblo ("profeticen"), establece la obligación de casarse cada uno dentro de su propia tribu, el orden en las herencias y que los sacerdotes gozarán de todas las cosas que son consagradas y ofrecidas al Señor en razón de su ministerio sacerdotal. Así se establece un gobierno para la clase inferior (ya que no tiene poder sobre los sacerdotes, que continúan dirigiendo la sociedad).

En Deuteronomio (Segunda Ley) se insiste en la obligación de respetar los ritos y leyes que han sido impuestos, manda exterminar a los pueblos idólatras, repite la lista de alimentos puros e impuros, los Diez Mandamientos y la obligación de pagar el diezmo a los sacerdotes en cuanto representantes de Dios, establece las leyes de la guerra, la poligamia, la educación de los hijos y la justicia en las relaciones comerciales.

Es recomendable volver a leer el Antiguo Testamento desde esta perspectiva.

Moisés se muestra extraordinariamente modesto en sus libros pese a la gran obra que consiguió realizar en vida:
-Reunió a casi un millón de personas (Éxodo 12:37-38) pertenecientes a diversas tribus, probablemente con escasa relación mutua anterior.
-Instauró una nueva religión otorgando el grado de sacerdotes a los miembros de su familia, y
-Con esos ingredientes, y en un plazo de cuarenta años, consiguió crear un sentimiento nacional que sería el responsable de que en 1947 se repitiera la hazaña de crear un Estado de Israel en tierras de Jerusalén. (en esta ocasión sin el liderazgo de un Sumo Sacerdote o un Rey).

No tiene reparos en reconocer en Génesis 14:18-20 que el culto a Dios era lo suficientemente antiguo y ajeno a su genealogía como que Abraham había entregado los diezmos al sacerdote Melquisedec en reconocimiento de su superioridad, por lo que Moisés en realidad está dando un golpe de Estado a las jerarquías sacerdotales existentes en aquel momento. También reconoce que, muchos cientos de años antes, un bisnieto de Noé llamado Nimrod (en la Historia se le conoce como Sargón I El Acadio) consiguió crear un imperio asimilando distintos pueblos como los reinos de Babilonia, Acad, y otros. En realidad tampoco fue el primer gran legislador ya que Hammurabi había publicado su código legal quinientos años antes que él, pero su obra y sus mandamientos fueron realmente “escritos en piedra” ya que siguen siendo respetados por todos los pueblos en la actualidad y el sistema teocrático de gobierno por él establecido ha permanecido vigente hasta la Revolución Francesa (1789).

Podemos apreciar mejor las dificultades que tuvo que afrontar Moisés para llevar a cabo su proeza si estudiamos las referencias al trabajo de Morgan realizadas por Friedrich Engels en su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el estado .

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