XV. EL PODER DE LOS OLIGOPOLIOS
Los
oligopolios ejercen su poder en la sociedad por cuatro vías:
- El que emana de su dinero y opulencia.
- Por el control al Gobierno para el desarrollo legal.
- Por el control a los medios de comunicación.
- Por el control del mercado al fijar los precios.
En
resumen, son los que dirigen realmente a la sociedad y quienes deciden el nivel
de vida de los ciudadanos. Más adelante veremos cómo ejercen estos poderes.
Empecemos
recordando que en los mercados la competencia es imperfecta: siempre habrá
empresas con más poder económico o con una mayor información y que no dudarán
en utilizar estos poderes para defenderse de la competencia. Además las propias
leyes nunca son inertes: normalmente están redactadas para impedir la entrada
en un determinado mercado a las empresas consideradas indeseables, normalmente
por suponer una amenaza para las empresas ya establecidas y sus sistemas
tecnológicos: es una forma de defender los puestos de trabajo aunque también
pueden tener implicaciones de protección del medio ambiente.
Si
consideramos que el afán del inversor (está mal visto llamarle capitalista) es
aumentar su riqueza, no ha de extrañarnos que este objetivo lleve a las
empresas a dedicar una parte de sus beneficios a ampliar la producción. En
términos de contabilidad se denomina a este ahorro empresarial como Provisiones
y/o Reservas.
Además
del interés de sus accionistas en obtener más beneficios, las empresas son
presionadas por la competencia ya que para mantener o ampliar su cuota de
mercado deben ofrecer menores precios que sus competidores y una forma de
conseguirlo es la llamada economía de escala que significa, en esencia, obtener
una mayor producción en base a hacer producir durante más horas a su inversión
en maquinaria e inmuebles.
En
consecuencia, las empresas con éxito aumentan su tamaño mientras que el resto
son obligadas a cerrar. Esto conduce inevitablemente a que el mercado se
concentre en torno a un pequeño número de empresas que ofrecen sus productos a la venta y un gran número
de compradores. También existe el oligopsonio que corresponde a la situación en
que hay muchos vendedores y muy pocos compradores. Por ponerle unas cifras a la
idea, que solo suponen una aproximación al tema, diríamos que existe oligopolio
cuando menos de diez compradores o vendedores acaparan el 70% del mercado.
El
llamado “Consenso de Washington”, diseñado en principio para los países de
América Latina y posteriormente aplicado en todos aquellos con dificultades
económicas, defendía la disciplina presupuestaria, el cambio de prioridades en
el gasto público, la reforma fiscal, la liberalización comercial y la
implantación de una política de privatizaciones para reducir la Deuda Pública. La
privatización de empresas públicas (como Campsa, Telefónica, Iberia y tantas
otras) no sirvió para crear mercados eficientes y competitivos sino grandes
oligopolios privados.
Para
tener una idea general del conjunto podemos decir que las 35 empresas que
integran el llamado Ibex-35 tienen unos beneficios equivalentes al 1,75% del
P.I.B. español. Si le sumamos sus gastos en personal y su consumo de otros
productos españoles no es difícil entender que su peso en la economía es
enorme, máxime si las comparamos con el total de empresas existentes en España
que, según la Subdirección General de Apoyo a la PYME del Ministerio de
Industria, se situaba a 1 de Enero de 2012 en 3.195.210 empresas, de las cuales
tienen más de 250 asalariados un total de 3.794.
Resulta
obvio, pues, que la propia estructura del sistema capitalista fomenta la
concentración de poder empresarial en unas pocas empresas que procuran impedir
la libre competencia mediante el recurso de
- Reducir sus costos aplicando la producción en escala.
- Comprar a sus competidores mediante la fusión o absorción de los mismos.
- Controlar financieramente a sus competidores.
- Establecer acuerdos de vinculación.
- Forzar la aprobación de leyes que dificulten el acceso al mercado de su sector empresarial.
Veamos
cómo lo consiguen:
EL PODER DEL DINERO
La
ambición humana es insaciable por lo que la mayor parte de los seres humanos
son buenos candidatos a dejarse corromper, y los políticos y sindicalistas no
son una excepción. Tanto da que pertenezcan al Poder Ejecutivo como al
Legislativo o al Judicial, una buena colocación en una empresa privada al final
de su mandato con una retribución anual muy superior a la que cobraba
ejerciendo sus funciones de poder es un importante aliciente para tomar
decisiones en beneficio de esa supuesta empresa o de un determinado sector
empresarial.
Los
intereses ciudadanos pasan así a un segundo lugar, siendo prioritaria la
seguridad económica personal del político de turno y de su familia.
También
se pueden pagar campañas de publicidad a favor o en contra de determinada línea
política en función del interés de las empresas que las financian.
EL PODER SOBRE EL
GOBIERNO
Al
representar una parte sustancial de la riqueza del país y dar trabajo a un
número muy considerable de trabajadores, ningún gobierno puede permitirse el
lujo de ignorar todas las “sugerencias” que le hagan llegar las principales
empresas del país.” Lo que es bueno para la General Motors es bueno para los
Estados Unidos, y viceversa“, llegó a decir Charles E. Wilson, Secretario de
Defensa de Estados Unidos en 1953.
Cualquier
gobernante sensato haría bien en consultar con los oligopolios de cada sector
antes de legislar sobre dicho sector empresarial si no quiere encontrarse con
dificultades en su política económica, merecidas o no.
Otra
forma de ejercer poder sobre los gobiernos es la financiación de grupos de
presión constituidos habitualmente en forma de institutos de investigación
(sociológica, de mercado, etc.). Sus conclusiones son aireadas por los medios
de comunicación afines y sirven para crear un clima de opinión que, se supone,
presiona al gobierno para adoptar determinadas opciones favorables a las
empresas que han financiado todo el proceso.
EL CONTROL DE LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Los
oligopolios controlan los medios de comunicación por dos vías: comprándolos total
o parcialmente y por medio de la publicidad contratada.
Si
consiguen controlar el Consejo de Administración, para lo cual necesitarían en
teoría un 50% del capital, pueden decidir sin ningún tipo de discusión la
política informativa de dicho medio. De hecho no necesitan el 50% del capital
ya que, según el Informe Anual de Gobierno Corporativo de las compañías del
IBEX-35 elaborado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y
correspondiente al Ejercicio 2012, el porcentaje de acciones propiedad de los
miembros de los Consejos de Administración de dichas compañías era del 11%.
Quiere esto decir que teniendo un 11% del capital de una empresa se puede
controlar absolutamente la misma.
Los
medios de comunicación, por su propia dinámica, obtienen sus ingresos de la
publicidad. Es decir, no venden información, entretenimiento o cultura sino que venden espacios publicitarios y con
los ingresos obtenidos financian sus gastos y obtienen sus beneficios. Si
determinado oligopolio no está de acuerdo con el tipo de información que emite
determinado medio puede adoptar, y frecuentemente adopta, la medida de
retirarle la publicidad. En la medida de la importancia que como cliente tenga
para ese medio estará su poder para que el medio cambien o no su política
informativa. Si la medida la toma todo un sector es prácticamente seguro que la
política informativa será cambiada y su gestor principal encontrará
dificultades para seguir en su puesto.
EL CONTROL DE LOS
PRECIOS
Concentrar
la oferta en manos de unos pocos conlleva que serán éstos quienes establezcan
los precios tanto para los compradores como para sus proveedores, siempre que
éstos no sean a su vez otro oligopolio.
El
sistema seguido para la fijación de precios fue magistralmente presentado por John
Forbes Nash en su “Teoría de los Juegos”, por la que recibió el premio Nobel de
Economía en 1994. Para entender el proceso sin entrar en detalles complejos
baste decir que en todo oligopolio hay un operador dominante que es quien fija
los precios en función de determinados parámetros que incluyen el interés del
consumidor por cada producto, el número de competidores y precios que oferta
cada uno, las facilidades de los compradores para sustituir ese producto por
otro, la evolución de su consumo y muchos parámetros más. En el caso de que
apareciese un nuevo competidor con una política de precios agresiva, el
dominante puede decidir bajar sus precios hasta el límite que, con la actual
legislación, sería su propio precio de compra para, de esta forma, desanimar al
osado competidor. El resto de miembros del oligopolio seguirán inmediatamente
su política de precios para asegurar su propia cuota de mercado.
El
consumidor final verá que el precio que tiene que pagar por su compra es
superior al que resultaría en el caso de existir una competencia verdadera (una
competencia perfecta, se le llama).
OTROS CONTROLES
Además
de lo señalado podemos observar un control sobre los propios capitalistas o
inversores ya que los Consejos de Administración de las grandes empresas están
desempeñados por personas que no son los propietarios de sus acciones aunque
las controlan mediante la delegación de voto. Y en uso de su poder son ellos
mismos y no los propietarios de la empresa quienes fijan su propia
remuneración.
Ya
hemos visto que el dinero es generador de poder por lo que los que ocupan estos
puestos de poder burocrático gozan de un poder social que no se corresponde con
su participación en el capital de la empresa, o grupo de empresas, que
controlan.
¿EXISTEN, DE VERDAD,
LOS OLIGOPOLIOS?
Lo
primero que se nos vendrá a la mente es Coca-Cola y Pepsi-Cola. Realmente
controlan el 70% del mercado mundial de bebidas refrescantes. Pero en nuestro país
podemos mencionar más:
BANCA
Según
informaciones del Banco Santander del año 2013, entre éste, el BBVA y
CAIXABANK, tendrían un 70% de cuota de mercado. Según RR deAcuña &
Asociados, estos tres más Bankia tendrían en la actualidad un 60% de cuota.
SEGUROS
DE AUTOMÓVILES
Mapfre
Automóviles, Axa, Allianz, Mutua Madrileña, Línea Directa y Zurich tenían en el año 2009 un 62% de
cuota de mercado entre las seis.
ELECTRICIDAD
Endesa,
Iberdrola y Fenosa acapara en 72% de la cuota de mercado
GASOLINA
Repsol
y Cepsa copan el 80% de cuota de mercado
DISTRIBUCION
ALIMENTARIA
Mercadona,
Carrefour, Eroski, Alcampo y Dia tienen el 64% de cuota de mercado.
COMUNICACIONES
Movistar, Vodafone y Orange llegan al 82% de
cuota de mercado.
DISTRIBUCIÓN
FARMACEUTICA MAYORISTA
Grupo
Cofares, Grupo Farmanova, Grupo Edifa y Grupo Alliance-Helthcare suman el 61%
de la cuota de mercado.
TRANSPORTE
AEREO EN RUTAS NACIONALES
Iberia +
Vueling + Ryanair + Air Europa + Spanair suman un 76% de cuota de mercado.
Y
podríamos añadir más sectores empresariales, pero solo conseguiríamos decir más
de lo mismo: la economía española, como la de la mayoría de países, está en
manos de los oligopolios que son los que ostentan el poder real en cualquier país.
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